Navegando por Autor "Bermejillo, Adriana"
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Ítem Acceso Abierto Diagnóstico preliminar del estado trófico de las aguas del embalse el Carrizal, provincia de Mendoza(2005-05) Drovandi, Alejandro; Zuluaga, José; Filippini, María F.; Bermejillo, Adriana; Peralta, P.; Bustamante, María Alejandra; Ruiz, Marcia; Granero, Micaela; Morsucci, A.; Velgas, M.; Valdes, A.; Nacif, N.El embalse El Carrizal se ubica sobre el Río Tunuyán, Mendoza, recibiendo aportes desde el tramo superior del río. Aguas abajo el agua es utilizada para el riego de 85.000 ha cultivadas. Además, el embalse es utilizado para generación de energía eléctrica y usos recreativos. El desmejoramiento de la calidad del agua del embalse es notorio desde hace varios años afectando a las actividades en el lago y a diversos usos del recurso en la subcuenca inferior. Los aportes contaminantes provienen mayormente de la subcuenca superior, originados en la agricultura, la industria y la actividad sanitaria. Desde sectores próximos al embalse los aportes se originan en la actividad petrolera y desde sus costas (pesca, turismo y recreación). Los principales objetivos de este trabajo han sido (i) estimar el estado trófico del agua del embalse, (ii) identificar las fuentes de afectación de la calidad del agua y (iii) elaborar un diagnóstico preliminar, que sirva para la gestión de los vertidos contaminantes. En diciembre de 2001 y en noviembre de 2002 se realizaron salidas a campo, midiéndose en dichas ocasiones diversos parámetros de calidad del agua in-situ a distintas profundidades, mediante el uso de sonda. Además se tomaron muestras, en las que se analizaron nutrientes, materia orgánica, microorganismos y fitoplancton. Adicionalmente, se relevaron las instalaciones de los clubes del perilago. Los resultados obtenidos indicaron que, en ocasión de los muestreos, el embalse presentó estados eutrófico e hipereutrófico, con gran densidad de algas, baja diversidad de especies de fitoplancton y alta dominancia de algunas de ellas. Los resultados microbiológicos sugieren el ingreso de microorganismos indicadores de contaminación al embalse provenientes del río. Según los valores de DQO obtenidos, no se presentaban signos de contaminación orgánica. Las principales recomendaciones sugieren la necesidad de realizar estudios adicionales, con mayor frecuencia y duración, incluyendo el estudio de sedimentos de fondo. Se recomienda la urgente mejora de la eficiencia de la Planta de Tratamiento de Tunuyán, cuyos vertidos influirían fuertemente sobre la calidad del agua del embalse. Finalmente, se considera que una administración unificada de toda la cuenca ayudará a una gestión ambiental más adecuada.Ítem Acceso Abierto Evaluación de la calidad del agua en el área regadía del río Mendoza, Argentina(2005-05) Morábito, José; Salatino, Santa E.; Medina, R.; Zimmermann, M.; Filippini, María F.; Bermejillo, Adriana; Nacif, N.; Campos, S.; Dediol, Cora.; Genovese, Dora.; Pizzuolo, Pablo; Mastrantonio, LeandroLa provincia de Mendoza concentra población y actividad agrícola e industrial en los oasis de sus ríos, que nacen en la cordillera de Los Andes. El río Mendoza conforma el oasis norte que es el más importante ya que en él se encuentra asentada la población del Gran Mendoza y en la actualidad, para posibilitar su regulación, se está construyendo el dique embalse Potrerillos. El crecimiento urbano ha avanzado sobre áreas originalmente agrícolas, rodeándolas y atravesándolas con una intrincada red de canales y desagües para conducción y distribución del agua de riego, que también es colectora de desagües pluviales-urbanos, producto de las frecuentes tormentas convectivas de verano. La actividad antropogénica utiliza el recurso para bebida, saneamiento, riego, recreación, etc. y vuelca sus excedentes a la red de riego y desagües, contaminándolo. La salinidad, sustancias orgánicas e inorgánicas, metales pesados, organismos patógenos, entre otros, afectan tanto al recurso superficial, como al subterráneo. Para conocer la evolución de la calidad del agua de esta cuenca se seleccionaron, estratégicamente, diversos sitios de muestreo: tres puntos a lo largo del recorrido del río y a partir del derivador (dique Cipolletti), cinco en la red de canales y siete ubicados en los colectores de drenaje. Dada la limitada disponibilidad de recursos económicos, en el río y en la red de canales, se realizaron los siguientes análisis físico-químicos y microbiológicos: conductividad eléctrica, temperatura, pH, aniones y cationes, RAS, oxígeno disuelto, sólidos sedimentables, demanda química de oxígeno, bacterias aerobias mesófilas, coliformes totales y fecales y metales pesados. En la red de drenaje sólo se realizaron los cuatro primeros. Entre los valores obtenidos puede mencionarse una salinidad media que en el río varía de 800 a 1800 μS cm-1 y en los canales entre 900 y 1400 μS cm-1. En el río se obtuvieron valores medios de: sólidos totales que varían entre 558 y 1768 mg L-1, oxígeno disuelto que varían entre 7,9 y 9,2 mg L-1 y bacterias aerobias mesófilas comprendidos entre las 563 y las 27088 UFC ml-1.Ítem Acceso Abierto Monitoreo de los contaminantes del agua en la 3ª zona de riego del río Mendoza con el nuevo escenario de operación del embalse Potrerillos(2005-05) Zuluaga, José; Filippini, María F.; Drovandi, Alejandro; Bermejillo, Adriana; Morsucci, A.; Valdés, A.; Vega, G.; Nuñez, MartaLa puesta en funcionamiento del Embalse Potrerillos, ha producido un sustancial cambio en el manejo del riego en el oasis Norte de Mendoza. Se han modificado tanto las entregas de agua, paliando los habituales déficits primaverales, como la recarga del acuífero. Además, al desaparecer los sólidos en suspensión,ha aumentado la infiltración en los canales, modificándose el drenaje de las tierras y aumentando el riesgo de contaminación salina en los suelos. El objetivo del presente trabajo es evaluar la calidad del agua de riego en un área piloto de la 3er Zona de Riego del Río Mendoza. Se han monitoreado mensualmente, a partir de marzo de 2003 y hasta julio de 2004: salinidad, pH, nitratos, fosfatos y metales pesados (Cobre, Cadmio, Plomo y Zinc) en aguas de riego de origen superficial y subterráneo, y de drenaje. Los resultados de las determinaciones muestran que el pH varió entre 5,86 y 9,31 con los valores más bajos en el Canal Pescara, debido al vuelco de contaminantes industriales. En cuanto a salinidad, las aguas en estudio se pueden agrupar en tres de las categorías de la clasificación de Riverside modificado por Thorne y Peterson. El Arroyo Leyes, presenta los valores más altos en sales totales, variando desde “salinidad muy alta” a “excesivamente salina” (categorías C5 y C6). La gran mayoría de las aguas superficiales pueden clasificarse como C3, cuyo uso debería hacerse en suelos de moderada a buena permeabilidad y con cultivos de mediana tolerancia a la salinidad. Las aguas de perforaciones, si bien presentan los valores más bajos de CEA, aún se clasificarían en la categoría C3. En cuanto a las aguas de drenaje, que se reutilizan para riego los datos obtenidos las ubicarían en la categoría C4 (alta salinidad). Los valores de nitratos en aguas subterráneas oscilaron entre 1,08 y 17,98 mg.l-1; en aguas superficiales alcanzaron un máximo de 32,7 mg.l-1 , mientras que en drenes se llegó a 78.42 mg. l-1 superando el máximo tolerable de 45 mg.l-1. El contenido de Fosfatos varió desde 0 a 2,127 mg.l-1 el valor máximo corresponde al canal Pescara y supera los límites tolerables. Dentro de los metales pesados, los tenores de Plomo y Cinc no superaron los límites tolerables, pero en el último año se notan incrementos en sus valores, tanto en aguas superficiales como subterráneas. El Cobre ha aumentado su concentración en todos los muestreos de agua, pero generalmente sin superar los máximos tolerables, salvo recientemente en dos oportunidades en el canal Pescara, y una vez en el Puente Blanco. Por último, el Cadmio ha sido el metal que en el escenario actual ha aumentado su concentración, superando los máximos permitidos en canales superficiales, drenes y aguas subterráneas.